La semana pasada vi
situaciones difíciles de personas que creían estar divorciadas, desde hasta
cinco años atrás, e incluso se volvieron a casar otra vez, para encontrarse con
una tremenda sorpresa.
Hombres
que son esposos de mujeres con las que creían haberse divorciado.
Mujeres
que son esposas es hombres con los que creían haberse divorciado.
¿Por qué sucede esto?
Porque esas personas han confiado
en abogados que por desconocimiento o por irresponsabilidad, le han ocasionado
tremeeeeendo problema.
¿Verdad que es un problema serio hacer una vida de
soltero o soltera, sin compromiso, durante varios años; y luego enterarse que
aún se sigue casado?
Algunas personas se dan cuenta de la situación cuando
acuden a registrar su matrimonio en la Oficialía del Estado Civil.
Otras personas se casan
en el extranjero, y cuando van a registrar el matrimonio en, se enteran que aún
están casados con otra persona, por lo que sin ellos quererlo, cometen el
delito de la bigamia (tener dos matrimonios al mismo tiempo) lo cual está
prohibido en República Dominicana.
De cualquier manera que
se enteran, los inconvenientes son múltiples.
¿Cómo evitar esta
situación?
Primero: Esté claro que
en República Dominicana:
1.
Todos los divorcios deben ser una
sentencia de un juez;
2.
Todo divorcio debe ser pronunciado en una
Oficialía del Estado Civil, donde el mismo queda registrado;
3.
El plazo máximo para pronunciar el
divorcio en una Oficialía del Estado Civil, es de dos meses. Si en este plazo
no se hace el registro, es necesario volver a realizar todo el procedimiento;
4.
Todos los divorcios, después de
pronunciados en la Oficialía del Estado Civil correspondiente, deben ser
publicados en un periódico de circulación nacional. La publicación debe ser
depositada en el tribunal que dicta la sentencia, por lo menos ocho días
después de su publicación.
Segundo: Si usted decide
divorciarse en República Dominicana, asegúrese de buscar un abogado confiable. Firme
un contrato con ese abogado, para que si él no cumple con estos requisitos,
usted pueda demandarlo por los daños que la irresponsabilidad o el descuido le
pueda causar.