Hubo un tiempo en que un bozo de un hombre era prueba aceptada
de una deuda y compromiso de pago en determinada fecha.
El hombre asignaba importante valor a su palabra, que
regularmente era respetada por sus hijos.
Lamentablemente, las cosas han cambiado. En la
sociedad actual, para algunas personas el dinero suele tener más importancia que
todo, incluyendo, obviamente, la palabra empeñada y compromisos asumidos.
Una persona, actuando de buena fe, por desconocimiento,
puede cometer errores vendiendo algo.
Las ventas y las compras tienen requisitos y
consecuencias, que por mandato de la Ley, involucran a otras personas, que no
son quienes compran y quienes venden. Nadie puede asegurar la buena fe de esas
personas.
De manera que, es conveniente, cuando usted vaya a
comprar un solar, antes de hacerlo, consultar un abogado, que pueda orientarlo
sobre todo lo que podría pasar, legalmente, si usted compra ese solar. Actuar
así le puede evitar inconvenientes a usted y a su familia.